El jabalí es una planta salvaje, que se esconde y que es endémica de la región de Oaxaca. Crece entre las rocas y se caracteriza por sus densas rosetas, de un metro de altura, con un diámetro que va de uno y medio a dos metros. Las pencas de este maguey son también aprovechadas por algunas comunidades del Estado de Oaxaca para elaborar mecates o cuerdas, que se elaboran con el ixtle que contienen sus pencas, las cuales son denominadas comúnmente como jabalínas. De ahí procede su nombre común.

El maguey jabalí pertenece a la familia de Agave Covallis, una variedad con mucha presencia en nuestra Sierra Sur, en el Estado de Oaxaca. Su tiempo medio de maduración es entre 12 y 15 años. Es un agave silvestre, es muy complejo cultivarlo de manera artificial, y crece en ciertos lugares rocosos y poco accesibles de nuestra comunidad. Por eso, su corte o jima es mucho más complicado que el de otras variedades.

Jabalí Grulani es un destilado 100% de Agave Convallis

Este mezcal requiere tres destilaciones en alambique de cobre y para la elaboración de una botella se necesitan aproximadamente 30 kilogramos de maguey. Además, la complejidad de sus azúcares y la espuma que generan tanto en el proceso de fermentación como el de destilación, hacen que su elaboración sea una de las más complejas y costosas que producimos.

Por todas estas razones, el Jabalí Grulani es quizá uno de los mezcales más selectos de nuestro catálogo. En nariz descubrimos elementos dulces y densos. Al destilarse en ollas de barro, toma sabores secos y agrestes, en el retrogusto se detecta un dejo a caramelo.

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